Monday 10 April 2017

Conocer es conservar. Una pequeña franja entre el conocimiento y la ignorancia.

Conocer es conservar. Una pequeña franja entre el conocimiento y la ignorancia.

Si en un futuro quisiéramos platicarle a alguien sobre alguna de las cualidades de nuestro país, probablemente sería sobre la fauna mexicana, ya que México tiene la virtud de ser uno de los territorios en todo el mundo con una de las diversidades más abundantes en cuanto a reptiles, insectos y serpientes. Sin embargo, esta riqueza natural ha generado por lo menos tres consecuencias: el estudio pasional por estos animales, el escaso pero existente sistema de prevención de accidentes y el tráfico ilegal de especies. Por lo tanto, es necesario reflexionar sobre estos tres puntos para hacerle saber al resto de la población las consecuencias de estos tres temas.

Es por eso que hoy Daniel Colín Gómez, estudiante de octavo semestre de la licenciatura en Biología en la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, además miembro participante de eventos confinados al cuidado y venta de animales exóticos como en “Animalia”, y varias veces ponente de conferencias realizadas en la FES Iztacala sobre el cautiverio de mascotas exóticas, nos platique con base en su experiencia y como estudiante activo en el tema, qué es lo que piensa respecto a la triada antes mencionada y que explicaremos a continuación.

“Mi interés por estas formas de vida comenzó desde muy pequeño cuando en vez de matar a esos animales yo vi algo más en ellos, y entonces me interesé por cuidarlos y estudiarlos. Con el paso del tiempo esto fue creciendo y poco a poco se convirtió en una pasión. Ahorita en mi casa, en un cuarto especial, yo albergo alrededor de quince especies distintas, y sí, efectivamente, como tú bien lo dijiste, todas esas especies conllevan un alto riesgo, pero al final es lo que a mí me gusta y trato de mantener ese riesgo al mínimo”. Con estas palabras Daniel nos platicó sobre las motivaciones que lo inspiraron a dedicarse académicamente a lo que en un principio comenzó como un gusto y que ahora, como él lo dijo, “es una pasión”.

El estudio pasional por los reptiles. Consecuencias y accidentes

El interés del ser humano por conocer este tipo de formas de vida y la motivación por querer producir aportaciones científicas que le permitan al resto de la gente comprenderlos de mejor manera, han sido una de las consecuencias que la riqueza natural de México ha creado en favor de la misma. Sin embargo, algunos de estos apasionados han sufrido accidentes mientras realizaban su trabajo, tal es el caso de la Bióloga Nancy Bustos Muñoz quien el pasado 7 de noviembre del año en curso, en el Zoológico de Chapultepec, sufrió de una mordedura casi mortal por una víbora, motivo por la que tuvo que ser hospitalizada.

Sobre este incidente Daniel comentó: “la víbora que mordió a la bióloga en el Zoológico de Chapultepec era una víbora de Gabón adulta, originaria de África, de quizá más de dos metros de largo, la cual, puede alcanzar esa longitud sin ningún problema. Además, es considerada como la víbora más venenosa de aquel continente, ya que con colmillos de aproximadamente cinco centímetros de largo puede inocular una cantidad de veneno suficiente como para matar a quince personas en unos diez minutos”. Daniel también nos dijo que “afortunadamente el equipo de especialistas para estos casos actuó muy bien, porque de no haber sido así esta persona no habría pasado ni siquiera de un día con vida.”

“A mí me gustaría que si yo tuviera algún accidente la gente tuviera las herramientas para poderme salvar la vida”, nos comentó Daniel después de concluir que estos lugares cuentan con las medidas necesarias para cuidar tanto del trabajador como del visitante.

Todavía escaso pero existente sistema de prevención de accidentes

Nos queda claro que el profesional sabe cómo actuar, sin embargo, aún queda la incertidumbre de saber qué tan preparado se encuentra el ciudadano para esos casos. “Medidas preventivas hay varias, lo ideal sería también saber cómo actuar”, nos dijo Daniel al compartirnos el dato de que “en Hidalgo se está por el implementar un programa de llamadas de emergencia, como en Estados Unidos, para que los ataques de este tipo de animales o envenenamientos por mordedura, sean tratados con la atención que se debe” lo cual garantizaría tanto a especialistas, como a curiosos y gente ordinaria, su bienestar ante este tipo de accidentes.

“Afortunadamente este proyecto se encuentra en marcha y espero que se haga oficial muy pronto para que la gente se pueda salvar de las heridas graves o incluso de la muerte, ya que resulta desafortunado que aunque tengamos las herramientas necesarias para salvar vidas, si no existe el personal capacitado con los conocimientos precisos para su atención médica, de nada sirve lo que te he mencionado". "Cuando sucede algo así se tiene que actuar rápido ya que unos segundos pueden cambiar tu vida, y esos segundos te los brindaría esta línea telefónica.” “Eso es lo que en México se está haciendo y yo lo veo bastante bien”. 
Sin embargo, en una charla ajena a la entrevista y con el consentimiento del mismo entrevistado, Daniel nos compartió que planea buscar la forma de fomentar la implementación de esta medida para el resto de los Estados de la República, principalmente a los que ha ido con frecuencia y de los que considera lo requieren prontamente, como Querétaro, Guanajuato y Morelos.

El tráfico ilegal de especies

Por otro lado, estos animales exóticos mexicanos han comenzado a despertar en algunos individuos no sólo el interés cultural, sino también, una ambición económica alarmante, ya que ha querido convertir a estos animales, en un simple negocio. El problema más grave de esto, es no haber reflexionado sobre las posibles consecuencias que se pueden producir de sus intereses económicos particulares.

Ahora bien, cuando le preguntamos a Daniel acerca del percance sucedido en el aeropuerto de Ámsterdam en donde se detuvo a tres hombres de nacionalidad española, los cuales venían de México con cuatro maletas llenas de reptiles de origen mexicano y que se dirigían a España, nos dijo que “lo más triste en este caso es que son especies endémicas” “que si se siguen extrayendo de la naturaleza tan efusivamente y de manera tan indiscriminada van a desaparecen aquí en México, y por lo tanto también en todo el mundo”. 

A manera de reflexión Daniel nos dijo un poco alterado: “ni tus hijos ni los míos los van a poder conocer”. “Más allá de lo legal, queda lo moral, pues en efecto se puede hacer algo sustentable con aquel negocio del que tú generas ganancias económicas a través de esos animales, pero es muy diferente a que tu acabes con la población de un momento a otro, pues vas a tener una riqueza fugaz, pero después esa especie se va a extinguir.”. Aunque también agregó que “a esas especies les podemos sacar un mejor provecho si las conservamos”. “Yo siento que valen más los animales vivos que los animales muertos”.

Conocer es conservar

“El problema es colectivo. Yo estoy tratando de formar mi granito de arena concientizando a las personas, pues hay que buscar un equilibrio entre lo que la naturaleza nos da, y lo que nosotros le quitamos a ella”, comentó Daniel en contra de la estigmatización social que le hemos dado a estos animales al quitarles su importancia y su lugar en la sociedad, y ponerles en cambio, una falsa etiqueta de ser siempre ellos los responsables de los incidentes. En realidad, la mayoría de estos casos son provocados por diversión irresponsable, falta de conocimiento para saber cómo actuar ante estas situaciones, así como también, por la falta de cuerpos médicos y organizaciones especializadas que garanticen el bienestar humano inmediato y la plena conservación de los animales sin tener que matarlos por el miedo, o por la ignorancia.

“Es verdad que estas especies no dependen de nosotros para vivir, pero la conservación de las especies, en este caso, de los reptiles, sí depende de nosotros” nos dijo Daniel mientras nos exhortaba a reformular los prejuicios que tenemos hacia estos animales, para así, para poder presumir con orgullo el privilegio de tenerlos en nuestro país.


 “Esto es lo que yo de alguna manera, intento hacer, porque el hecho de que yo tenga un animal venenoso o exótico no es por creerme más o darme un lujo, simplemente es una conciencia que yo adquirí y que de alguna manera puede beneficiar a las demás personas si la comparto” nos comentó Daniel al terminar de apoyarnos con su tiempo y con su conocimiento para hacer posible esta entrevista.

Josué Flores Remigio.

No comments:

Post a Comment