Wednesday 15 June 2016

Breve reseña: "El historiador ante los medios de comunicación digitales. Una relación nueva".

De Ramón Carrión, Manuel Alberto, Pedro Paniagua Santamaría, et. al., “El historiador ante los medios de comunicación digitales. Una relación nueva”, en Historia y comunicación social, Madrid, Universidad Complutense de Madrid, v. 20, n. 2, 2015, pp. 579-599.
El gran problema que plantea el texto es cómo enfrentar, desde el punto de vista de la Historia, el reto de hallar útiles para nuestras investigaciones a los nuevos formatos periodísticos generados por plataformas digitales. En primer lugar, pone el asunto de la dinámica acelerada y la producción masiva de contenidos de los medios digitales, lo que da pie a la “hiperinformación” característica de nuestra sociedad” y a la “infoxicación”.[1] A este flujo constante de una enorme cantidad de información, los autores lo denominan como “efecto película”, una “secuencia de variación constante, con una fuerte volatilidad”[2]. Ante el embate de la inmediatez, lo más importante es publicar la noticia más rápido, por lo que el papel de los medios masivos como aquellos que definen la agenda setting se ve desfavorecido, y toman su lugar otros medios de difusión controlados por una masa difusa de usuarios, que además se interrelacionan entre sí, y con los medios mismos, además de ofrecer la capacidad de que cada quien genere sus propio contenidos: las redes sociales.
Las redes sociales y otros soportes digitales: un reto para la academia y sus instituciones.
Encabezado de la cuenta de Twitter del Colegio de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras, UNAM. 2016.
Para poner en marcha estas reformas entre los intentos de los medios tradicionales para adapatarse al ámbito digital, han sacrificado en gran medida el rigor profesional. Como alternativa a tal fenómeno el texto plantea al periodismo de investigación. Una “técnica que propicia una mejor selección de los temas sin tener que depender de la actualidad inmediata”, y por lo tanto “un proceso de búsqueda e información más largo y especializado”.[3] Su gran importancia para el historiador es, además de la fiabilidad que suponen, en teoría, las informaciones manejadas con más cuidado, la “labor de desbroce antes de que el tema sea sometido a los procedimientos propiamente periodísticos”.[4] Este formato ha propiciado, también, la formación de grandes almacenamientos de datos, como wikileaks. Por otra parte, el texto desarrolla la afinidad entre el manejo de las fuentes tanto en Historia como en periodismo mediante un gran ejemplo, en el que destaca, además del manejo metodológico de las fuentes evidente en texto, los “asientos documentales” que permite el soporte mediante la anexión de hipervínculos.[5]
Finalmente, el artículo cierra con un estudio del potencial de Twitter como medio de difusión de los contenidos académicos, que aparentemente ha sido reconocido como tal por estudiosos de distintas índoles, y también como puente entre el público y las “instituciones que actúan como fuentes del conocimiento”.[6] A mi me gustaría poner a revisión también el papel que tendrá el microblogging en las labores históricas e historiográficas del futuro. ¿Será posible utilizar los tuits como fuente? ¿Estarán disponibles? ¿Cómo podremos acceder a esa masa ingente de contenidos? Me surge además cierta inquietud sobre la capacidad de abarcar la agenda diversa del mundo de la hiperinformación del periodismo de investigación. Sin embargo, será papel de la historiografía, como hasta ahora, determinar la existencia de materiales útiles para abordar los procesos históricos.




[1] De Ramón Carrión, Manuel Alberto, Pedro Paniagua Santamaría, et. al., “El historiador ante los medios de comunicación digitales. Una relación nueva”, en Historia y comunicación social, Madrid, Universidad Complutense de Madrid, v. 20, n. 2, 2015, p. 580.
[2] Idem., 581.
[3] Idem., 583.
[4] Idem., 584.
[5] Idem., 589.
[6] Ídem., 598.

Tuesday 14 June 2016

Storytelling: Tan efímero y tan infinitamente pequeño.

Se puso a pensar en todos sus problemas, en todas las presiones, en todas la ganas que tenía de escapar de la ciudad o mejor aún, del mundo.
Decidió sumergir las manos, en suave pasta rosa y se colocó en un lienzo donde no sabía si todo era blanco o de color de la nada. Vio por fin el lugar que tanto había anhelado: un inmenso espacio decorado con estrellas, asteroides y planetas, un lugar donde había calma, donde no existía aquel estruendoso ruido de martillos sobre metal en una construcción, ni siquiera el del roce de un lápiz sobre un papel anotando a toda velocidad relaciones entre dinastías y fechas. Todo era grande pero a la vez tan pequeño.
Se comparó con lo que le parecía majestuoso, primero comenzó con un planeta anillado y encontró un límite entre las dimensiones de aquel inmenso cuerpo y el suyo, evidentemente el que le pertenecía era más pequeño, pero después observó al horizonte de su universo planetas enormes que a la distancia parecían más chicos, no sabía qué tan lejos estaban, no sabía cuánto tiempo ya había pasado desde la primer estrella que vio. 
Se percató de que su presencia era lo más mínimo en el universo, de que sus "enormes" problemas nunca habían afectado la dirección de los asteroides o el movimiento de los planetas. Por un momento sintió que era nada, como el color del lienzo, que incluso en algún punto el colosal planeta anillado era nada comparado con el infinito, de algún modo le dominó la crisis y el terror. Entonces colapsó y para regresar vio sus manos, vio la pasta rosa, la hoja de papel y el universo que había creado.



Saturday 11 June 2016

Storytelliing Tan lejos como Arabia

Tan lejos como Arabia
-        -  Después de todo, Miliano vivió su vida tranquila, en Arabia a partir de 1919 cuando uno de sus compadres dio la vida por él.
-       -   Pero abuelo, ¿dónde queda eso?
-        -  En un lugar muy lejano, que dicen está al otro lado del mundo –contestó el abuelo de aquél niño inquieto morelense-
-        -  No te creo abuelo, él no hubiera sido capaz de abandonar a su gente. Luchó por tanto que no podría haberse ido nada más porque sí.

El veterano zapatista congeló el tiempo sólo un instante, para analizar lo que le decía su valiente y pequeño nieto, entonces a sí mismo se preguntó: -¿Murió o no murió aquél 10 de abril de 1919? – se preguntó en sus entrañas. ¡No murió, y si lo hizo más bien lo mataron! Por lo tanto, la historia que se contaba de boca en boca en la que decían que realmente se había ido a Arabia con su compadre, se difundió tanto que provocó que la gente no perdiera esperanza en su lucha en la Revolución. Pero sobretodo en aquel hombre tan carismático y tan querido por los que lo conocieron y también por los que no, porque su figura recorría las entrañas de los pueblos a los que llegaban y a los que le temían por su presencia sin siquiera haberlo conocido por ojos propios, aunque sea de lejitos.


-       -   ¿Qué importa si murió o no ese día? – Finalmente admitió en voz alta- Lo importante es que los ideales en un ser humano no desaparecen, por lo tanto, nos sigue acompañando, no se ha ido y no se irá, pues no se han cumplido sus demandas y ahora todo parece que la esperanza está tan lejos como Arabia.




¿Estás cansado?

Por Paulino Hernández García

Es curioso lo que el estrés puede hacer en las personas ¿no?, el tener que vivir con el tiempo encima y no poder tomar un respiro porque no lograrás terminar aquél trabajo que te dejaron o llegarás tarde al lugar al que debes asistir. Tener que subirte al transporte que seguramente se quedará atascado en el tráfico o se mantendrá parado mientras inhalas el olor de la axila del señor de al lado o escuchas gritar a una señora por quién sabe qué cosa, toda una experiencia ¿no lo crees?

Bueno, así como a ti y a mí, a millones de personas les pasa lo mismo, algunos viven enojados y algunos simplemente se resignan a su rutina. Otros se preguntan por qué tienen que pasar por esas situaciones aunque en el fondo saben que en varias ocasiones es por dejar las cosas importantes para el último momento… aunque el transporte, hay que admitirlo, en repetidas veces no depende de uno.

Pero, ¿sabes algo? siempre está la opción de hacer lo contrario, tomarte un momento para ti y dejar de lado todo el caos en el que nos vemos inmersos como sociedad. Es hermoso cuando puedes sentarte bajo un árbol, contemplar un río, un lago o simplemente voltear al cielo y contemplar las estrellas por algunos minutos, el poder pensar en ti y en lo que quieres o lo contrario, solo olvidarte un poco de todas las cosas.

Encontrar esa tranquilidad que hace tiempo no sentías, salir de ese cubículo, salón u oficina para sentarte bajo ese árbol frondoso que siempre te ha gustado o mirar las nubes como lo hacías de pequeño. Y no por semanas o días sino por unas cuantas horas, porque sí, entiendo, en ocasiones es necesario hacer los deberes pero también entiendo que consumirte en estrés tampoco es buena idea.

Un buen amigo un día me dijo que todo es cuestión de disciplina, y estoy de acuerdo con él. Así que trata de no dejar los trabajos para el último momento ni descuidar los compromisos que tengas que realizar pero también date un espacio para ti, acude a ese lugar que te hace sentir tranquilo o siéntate a contemplar el cielo de vez en cuando. Los deberes, te lo aseguro, seguirán ahí cuando regreses.


La transformación de los medios de comunicación

Por Paulino Hernández García

Vivimos en una sociedad en la que el uso del internet ha cobrado una importancia relevante. Esto ha implicado que los usuarios tengan a su alcance grandes cantidades de información y que los medios de comunicación hayan tenido que renovar su forma de hacer llegar sus contenidos al público, adquiriendo un carácter de inmediatez.

La digitalización ha conllevado que los medios de comunicación puedan ofrecer información minuto a minuto, mermando la habitual “agenda setting”, que organiza la información más importante del día para ahora tomar los llamados “trending topics” o similares. Aunque con este carácter de inmediatez, lo que fue noticiable hace una hora puede dejarlo de ser en poco tiempo e incluso perder su relevancia.

Con esto se crea una cantidad enorme de información, y se podría pensar que una cierta superficialidad en su contenido, sin embargo, las noticias se complementan entre sí. El valor de cualquier publicación siempre será el del rigor y la fiabilidad de sus fuentes, un medio de comunicación da una noticia cuando ha sido sometida a una comprobación de ellas, o eso se esperaría. De no considerarse veraces las fuentes el historiador o periodista puede recurrir a una corroboración de las mismas por los datos que da la noticia. Si el medio digital llegase a equivocarse en algún dato tiene la posibilidad de rectificarlo sin tantas complicaciones como un medio tradicional.

A pesar del carácter de rapidez de los medios digitales existe también el periodismo de investigación, que se centra en aprovechar los grandes almacenes de información para realizar trabajos a manera de reportaje dejando de lado la inmediatez y con una mayor rigurosidad en sus fuentes que busca dar temas novedosos y de interés, que hasta antes de su publicación eran secretos, y que pretenden exhibir arbitrariedades o corrupciones cometidas habitualmente por el gobierno.

Todo esto se convierte en información de utilidad para el historiador o periodista, ya que cuenta con fuentes de todo tipo, de distintos medios, y puede disponer de ellas con gran velocidad. Además las redes sociales han permitido que los usuarios interactúen con las instituciones o individuos que difunden la información, permitiendo recordar los viejos acontecimientos pero también dar a conocer los nuevos ante un mayor número de audiencia. Los medios de comunicación se han transformado de acuerdo a la sociedad del momento.   

Friday 10 June 2016

Storytelliing- El rey escondido

En la antigüedad,durante mucho tiempo se habló de un rey extraviado, escondido tal vez, que había dejado a su pueblo a su suerte en los tiempos más duros. Desconcertados por su rey, la gente se preguntaba sobre su destino y sobre lo que necesitaban hacer para recuperar el orden.

La leyenda hablaba de que el rey había sido secuestrado por una criatura a la que nadie se atrevía enfrentar, algo tan peligroso que ni el más valiente podía imaginar en retar a un duelo. Solo un joven que se había llenado de coraje por la mala situación de su gente se lanzó a la búsqueda del rey y después de mucho tiempo y de muy duros desafíos, lo encontró, perdido en su pena y aislado del mundo en una torre, vigilado por aquella criatura que nadie había visto pero que todos creían invencible, sin embargo no parecía nada peligrosa, pero el joven distraído, cayó en la misma maldición de su rey y quedó ahí, petrificado, a los pies de su soberano vigilando la entrada del hogar de la criatura.    


Monday 6 June 2016

LA REINA SIN CABEZA


 Por Alejandro Herrera y Mónica Rodríguez
   
El tribunal republicano ha tomado su decisión: María Antonieta de Austria es condenada a la morir en la guillotina. Sin la corona que compartió con el rey Luis XVI, ni los exuberantes peinados que le gustaba portar, aceptará lo que ha decidido el pueblo francés.
Aquél pueblo al que un día, según cuentan los rumores, entró al castillo reclamando por pan y al enterarse ella les dijo “si no tienen pan que coman pasteles”. Ahora los revolucionarios claman, no por comida, sino por la sangre azul de la destituida reina de Francia.
El momento era predecible, reyes tan jóvenes con el mundo a sus pies, claro que las circunstancias los sobrepasaron ¿Cómo gobiernas una nación a los 17 años? ¿Cómo puedes saber qué haces lo correcto para un pueblo? ¿Cómo no perderse entre lujos y fiestas ostentosas de la corte?

Fue un funesto día, la historia tendría un antes y un después de ese momento. Su acompañante de vida ya había sufrido el encuentro con la guillotina meses antes. La muerte de María Antonieta inauguraría una nueva época para el pueblo de Francia… Los monarcas cayeron y su sangre fue esparcida por los que algún día fueron sus leales súbditos.


Friday 3 June 2016

¡Eh oh! Yo remando voy, mi canoa por el río va…

¡Eh oh! Yo remando voy, mi canoa por el río va…

…Ya no sé si son años que parecen días, o días que parecen años. Enfrente no queda más que el final anunciado desde el principio. ¿Para dónde voy? Creo saber más de lo que hay adelante que de lo que hay atrás, vaya paradoja. Pero calma, hombre, que para descubrirlo hay que remar.

…y en las tardes tristes por el bosque voy, voy, voy…

…poco a poco voy dejando el bosque atrás, y creo dejar con él las tardes tristes. Oh, ingenuo, como siempre encuentras en la pluma al ave, y en la ceniza a la creación. Oh, ingenuo, que no te das cuenta que todo principio y todo final renuevan la obligación de nunca dejar de remar.