¡Eh oh! Yo remando voy, mi canoa por el río va…
…Ya no sé si son años que parecen días, o días que
parecen años. Enfrente no queda más que el final anunciado desde el principio. ¿Para
dónde voy? Creo saber más de lo que hay adelante que de lo que hay atrás, vaya
paradoja. Pero calma, hombre, que para descubrirlo hay que remar.
…y en las tardes tristes por el bosque voy, voy, voy…
…poco a poco voy dejando el bosque atrás, y creo
dejar con él las tardes tristes. Oh, ingenuo, como siempre encuentras en la
pluma al ave, y en la ceniza a la creación. Oh, ingenuo, que no te das cuenta
que todo principio y todo final renuevan la obligación de nunca dejar de remar.
No comments:
Post a Comment