Monday 23 May 2016

¡”Anarquía” en el Támesis!

La rebeldía juvenil de los Sex Pistols festejó, en 1977, el jubileo de plata de la reina Isabel II desde una embarcación frente al Palacio de Westminster.
La familia real representa el orgullo británico para una buena parte de los súbditos del Reino Unido. Es su institución más representativa. Por lo tanto, el hecho de que la reina cumpliera veinticinco años en el trono era motivo de una gran celebración popular. Pero no todos estaban alegres hacia finales de los setenta. Un grupo de jóvenes logró colocar públicamente su desfavorecida voz mediante un movimiento desafiante, rudo, transgresor: el punk.
 De entre la escena construida alrededor de la desesperación de estos jóvenes de clase media y baja por su marginación, destacaban los Sex Pistols. El cuarteto integrado por Johnny Rotten, Steve Jones, Syd Vicious, y Paul Cook reforzó su imagen retadora con su sencillo de mayo de 1977: God Save The Queen. En él se resaltaban algunas de las “virtudes” que ellos encontraban en la reina: por ejemplo, su inhumanidad, o lo fascista de su régimen. Al son de “No hay futuro” los Pistols se pitorreaban de los festejos del Jubileo de Plata de la reina.
La evidente confrontación no podía quedarse en la publicación de un sencillo. No para un movimiento escandaloso como el punk. La cereza en el pastel de los actos oficiales era un viaje que realizaría la Reina por el río Támesis el día 9 de junio, emulando los paseos ceremoniales de Elizabeth I. Dos días antes, Malcolm McLaren, famoso manager de los Pistols, rentó una embarcación llamada “Queen Elizabeth”. A bordo de ella, la banda y su séquito de seguidores se internaron en las aguas del Támesis con rumbo al Palacio de Westminster, sede del Parlamento británico. Ahí comenzaron a tocar.
El show fue breve, pero intenso. La navegación hacia su destino se caracterizó por un ambiente tranquilo, casi como el de una recepción formal (con barra libre y muchas drogas). Pero cuando llegó el momento de la música, los Pistols no dudaron en exhibir su actitud. Ningún veto de las radios paliaría el escándalo causado por su atrevimiento. Tampoco se hizo esperar la respuesta policial. Rápidamente rodearon el bote y comenzaron a acosar al evento. La banda y sus tripulantes contestaron con una actitud cercana al frenesí. Los azuzaron, pero no los asustaron.
Finalmente, la policía logró entrar en el bote y cortar la corriente. La fiesta había terminado, y tras una serie de confrontaciones, el bote fue desalojado, y la banda, junto con sus invitados, fueron detenidos. El viaje fue un éxito. La reacción de la prensa no se hizo esperar, y los Pistols cumplieron con su cometido: escandalizar a la sociedad británica.. Bastaron tres canciones (entre las que no estuvo la dichosa God Save the Queen) para llevar la furia de su generación, aquella a la que Richard Hell llamara por la misma época Blank Generation, a la vista de todos. Una vez más, los punks se habían salido con la suya.






Setlist:
1. Anarchy in the UK.
2. Pretty Vacant.
3. Problems.

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