Carecía de forma
Un pato carecía de forma, desde
el inicio careció de forma. El pato sabía que esa era su forma, yo también lo
sabía; no sé cómo ni porque, pero aún sin verle forma yo sabía que era un pato.
Poco poco, al pasar del tiempo se seguía construyendo; el pato siente que está
tomando forma, aunque se supondría ya está construido.
No me explico porque aún no
le hallamos forma, si por fuera sí
parece que es un pato.
Traté de hallarle forma
escribiendo la palabra “pato”, pero eso no funciono, la forma del pato no está
en la palabra “pato”. Así que pensé ¿Qué hace a un pato ser un pato?, así que decidí
dotar al pato de las cosas que hacen a un pato ser un pato. Un lago, un bosque…
Pero seguimos, él y yo sin
hallar la forma.
Regresé al patito al lugar
donde todo había comenzado, quizá aquí estaba la respuesta; pero regresar a
este origen me provocaba ir desarmando poco a poco ir desarmando aquello que antes
había tenido forma de pato.
Entre más pasaba el tempo
para aquella figura, más perdía su forma, nunca fue un pato pero ahora ni
siquiera lo parecía.
Una vez más traté de darle
forma de pato, error tras error seguí intentándolo hasta que cuando creía nunca
encontraría forma, descubrí que jamás podría hallar la forma de pato en eso, ya
que sin querer, lo que encontré en esa figura era un cerdito. Siempre lo había
sido.
No comments:
Post a Comment