Wednesday 30 November 2016

  •      ¿Un nuevo Hiroshima?

“Derrotaré a ISIS” principal afirmación de los candidatos a la presidencia, Trump y Clinton, ante los cuestionamientos en los debates sobre el problema en Medio Oriente.
  •          Discrepan sobre los métodos que cada uno emplearía durante su presidencia
  •         Es posible que los eventos de 1945 en Japón, se repitan en Medio Oriente

Carlos Daniel López Pérez

Estados Unidos.  A ISIS y la situación en Medio Oriente, fueron temas principales en los debates presidenciales de los últimos dos meses entre Hillary Clinton, por el Partido Demócrata, y Donald Trump, por el Partido Republicano.
Ambos prometen derrotar a ISIS en Medio Oriente y evitar la proliferación de sus ideas alrededor de mundo. De la misma forma ambos candidatos dudan de la capacidad de su rival para cumplir tal promesa.
“He presentado un plan para derrotar a ISIS” mencionó Hillary Clinton durante el primer debate, para posteriormente explicar la necesidad de eliminar a los miembros de esta organización de Internet evitando así que puedan “radicalizar, incluso dirigir gente” en Estados Unidos o en cualquier otra parte del mundo.
Dentro del plan que explicó la candidata durante el primer debate y, en menor medida, durante el tercer debate, resalta la necesidad de intensificar los ataques aéreos y la asistencia militar en Iraq y Siria, así como trabajar, militar y económicamente, junto con Rusia y con los miembros de OTAN, con el mismo fin.
Por su parte, Donald Trump, se muestra más radical en cuanto a las medidas para “derrotar a ISIS”. Durante los tres debates realizados, el candidato dijo: “… tenemos que mandar al infiero a ISIS y tenemos que hacerlo rápido”, mostrando la urgencia que tiene por eliminar el movimiento de ISIS.
Parece apropiado problematizar si la solución que alguno de los dos candidatos utilizará será similar a la utilizada por el presidente Harry S. Truman, sobre Hiroshima y Nagasaki, y que puso fin a la Segunda Guerra Mundial: un bombardeo atómico.
Dicho ataque dejó un saldo total de 200,00 civiles muertos, tanto al momento de la explosión como por los efectos radioactivos posteriores. Esto provocó la inmediata rendición de Japón y le otorgó la victoria de la guerra a Estados Unidos, con el pretexto de evitar la pérdida de más vidas de militares estadounidenses y evitar mayores gastos económicos, que son precisamente los argumentos principales de Trump sobre este tema.
El bombardeo a Hiroshima y Nagasaki, marcó el inicio de una carrera armamentista entre las naciones del mundo que pueden costear las investigaciones, la cual sigue hasta nuestros días y mantiene alerta a los mandatarios sobre la utilización de estas herramientas.
La urgencia del candidato Trump por eliminar a ISIS, las expresiones usadas durante los debates y la falta de un plan bien estructurado, dan a pensar que la medida que está pensando, sería un ataque nuclear en esa zona, poniendo en peligro vidas civiles, pero cumpliendo el objetivo de acabar con esa amenaza.

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